Ateneo Michelangelo

Nos desafiamos y aprendemos juntos

«Por más que reformemos nuestros currículos,
que mejoremos las capacidades de gestión de las escuelas
y que llenemos de recursos tecnológicos nuestras aulas, si no tenemos claridad
acerca de para qué educamos a nuestros niños y jóvenes, difícilmente conseguiremos mejorar de manera permanente
la educación”.

Pedro Ravela y otros

Redacción Il Giornalino

¿Cómo aprenden los docentes a enseñar para la comprensión?

Los docentes del IMB Michelangelo llevan varios años capacitándose, planificando y trabajando en las aulas en el marco de la Enseñanza para la Comprensión, pero la escuela siempre les tiene preparados nuevos desafíos…

En esta oportunidad el reto fue la presentación de una práctica docente en un Ateneo, en donde cada uno debió exponer en primera persona: ¿Qué quise enseñar? ¿Qué valía la pena que mis alumnos comprendieran? ¿Cómo enseñé para que comprendan? ¿Cómo supe lo que comprendieron? ¿Cómo supieron mis alumnos que comprendieron y cómo pudieron desarrollar una comprensión más profunda? Y por supuesto, mostrarlo y ¡Demostrarlo!

El trabajo previo

Bajo el marco de la Enseñanza para la Comprensión e incorporando las herramientas de nuestro Programa de Educación Emocional, cada docente trabajó en la planificación de una Unidad Piloto, la cual llevó a la práctica en su aula.

Maestras Jardineras, de Primaria, Profesores Especiales y de Secundaria… Todos tuvieron que pensar y repensar sus propuestas de principio a fin, y también “de atrás para adelante”. Se compartieron muchas ideas y conocimientos, y a la vez surgieron dilemas, vacilaciones, miedos e inseguridades. Fueron semanas de un trabajo verdaderamente intenso, con discusiones y retos “provocadores” que los “incomodaron”, los movilizaron y, sin dudas, los sacaron de su zona de confort.

Los Coordinadores de Áreas y la Asesora Pedagógica de la escuela guiaron el proceso a través de encuentros semanales, en donde se analizaron bibliografías, se compartieron avances, se revisaron propuestas y se plantearon una y otra vez todas las dudas e incertidumbres que iban surgiendo.

El desarrollo de la Unidad Piloto debía mostrar la forma en que los docentes enseñan a pensar, y a pensar en profundidad.  Sabemos que pensar es un proceso cognitivo general que incluye movimientos del pensamiento más específicos como por ejemplo  hacer conexiones entre contenidos, proponer diferentes puntos de vista, hacer preguntas.

Las prácticas de los docentes se fueron configurando en el aula, implementando entre otras herramienta las REI-VEP “Rutinas Emocionalmente Inteligentes-Visible Emotions Program” y las diferentes Rutinas de Pensamiento: “¿Qué te hace decir eso?” (rutina para interpretar y justificar), “Pensar-Cuestionar-Explorar” (rutina para profundizar y abrir la indagación), “Pensar-Juntarse-Compartir” (rutina para razonar y explicar), “Círculos de Puntos de Vista” (rutina para explorar distintas perspectivas), “Solía Pensar-Ahora Pienso” (rutina para reflexionar sobre los cambios en nuestro pensamiento), “Ver-Pensar-Preguntar” (rutina para explorar estímulos visuales).
A través de actividades breves, cada docente se propuso buscar el desarrollo de la curiosidad, la

comprensión profunda y la argumentación basada en evidencias, llevando al aula la construcción de una «cultura del pensamiento» con el fin de estimular capacidades y favorecer aprendizajes profundos y significativos. Así, Las Unidades Piloto se transformaron en clases en las que los estudiantes se hicieron conscientes y cada vez más dueños de su propio proceso de pensamiento, en las que no solo aprendieron a pensar, sino que aprendieron además, a expresar y a “hacer visible su pensamiento”.

Entre los trabajos de producción previos al Ateneo, los docentes elaboraron un Portfolio con el desarrollo completo de su Unidad Piloto, incluyendo su propia trayectoria profesional en el trabajo con los diferentes enfoques pedagógicos que han ido atravesando a las escuelas: Constructivismo, Inteligencias Múltiples, Teorías sobre el Juego, sobre el Lenguaje, Estudios sobre el Aprendizaje, Enseñanza para la Comprensión, Aprendizaje Significativo y Neurociencias, entre otros.

El producto final

La presentación de la Unidad Piloto en el Ateneo significó, por fin, la compleja y “turbulenta” hora de responder con seguridad: “¿Cómo sé que mis alumnos comprendieron?”.

Un alumno comprende cuando realiza movimientos del pensamiento, observa y describe, construye explicaciones e interpretaciones, razona con evidencia, establece conexiones, tiene en cuenta diferentes puntos de vista y perspectivas, capta lo esencial y llega a conclusiones, se pregunta y hace preguntas, descubre la complejidad y va más allá de la superficie. Para demostrar esto, cada docente tuvo que recolectar “evidencias” en cada una de las etapas del proceso. La documentación de las clases fue una de las herramientas que les permitió compartirlas y analizarlas. Aparecieron así múltiples y sorprendentes registros de clases escritos, fotográficos y en videos.

El día del Ateneo estaban expuestos los Posters diseñados por los docentes en donde resumían su trabajo: El Tópico Generativo de la Unidad, los Hilos Conductores, las Metas de Comprensión y fundamentalmente las Evidencias de los Desempeños de Comprensión entre las que aparecieron maquetas,

robots, un cuento policial, obras de teatro, un libro artista o libro arte, el desarrollo de una aplicación informática, por nombrar algunas.

Cada uno contó con quince minutos para su exposición. Los docentes se valieron de una Presentación Digital para apoyar sus relatos, y resumieron su experiencia ante sus colegas haciendo uso de toda la documentación registrada en sus clases.

Luego de cada exposición se destinaron cinco minutos para las devoluciones por parte de los asistentes, momento en el que se implementó la “Escalera de la Retroalimentación” para: “clarificar” y “valorar” haciendo énfasis en los puntos positivos, en las fortalezas y aspectos interesantes, y en los comentarios honestos del trabajo del otro, y finalmente se compartieron las “inquietudes”, posibles problemas, desafíos, sugerencias… ¿Has considerado….?”, “¿Me pregunto si ….?”, “¿Tal vez ya pensaste acerca de esto pero….?”.

Terminado el tiempo de la retroalimentación cada docente dispuso de otros cinco minutos para responder y realizar los comentarios finales.

La experiencia

A través de las narrativas de los docentes y del análisis de las diversas Unidades Piloto, esta experiencia nos permitió generar un espacio de encuentro en el cual se intercambiaron saberes en relación con la Enseñanza para la Comprensión, desde un abordaje reflexivo.

El Ateneo fue concebido como un dispositivo para generar acciones de enseñanza nuevas y mejores, una oportunidad para aprender a reflexionar sobre las propias prácticas docentes y para aprender colaborativamente de las experiencias de los otros. ¡Misión cumplida, vamos por más!